Más allá de su función básica, que no es ni más ni menos que aportar seguridad a las personas, una mampara de baño está catalogada como un rasgo de decoración dentro de un baño. Está formada principalmente por vidrio y aluminio y son los elementos que más atención llama al consumidor. Más allá de su componente estético, la mampara tiene que cumplir con sus correspondientes funciones técnicas, que a menudo pasan desapercibidas a la hora de adquirir la mampara, pero que son imprescindibles para su buen funcionamiento y duración.
Una famosa empresa catalana, pionera en fabricación de mamparas, nos ha facilitado una lista de los elementos a tener en cuenta a la hora de comprar una mampara de baño:
- Normativas: la EN 14428:2016 es la norma reguladora que especifica los requisitos relativos a las mamparas de uso doméstico. Esta legislación establece que el producto, cuando está instalado de acuerdo a las instrucciones del fabricante, ofrece unas prestaciones satisfactorias cuando se emplea para su uso previsto.
- Estanquidad: es una de las funciones principales de una mampara de baño. Por ello, debe adaptarse a las medidas correctas del plato de ducha o de la bañera para evitar que se filtre agua por las juntas, provocando daños en el producto y sin garantizar la seguridad.
- Durabilidad: antes de su compra, el consumidor debe tener en cuenta los ciclos de apertura y cierre del producto ya que, con un buen mantenimiento y uso correcto, se puede alargar la vida útil hasta los 35.000 ciclos (unos 24 años de uso diario en una familia de 4 personas).
- Materiales: su calidad se convierte en el elemento clave para conseguir la máxima durabilidad. Como hemos dicho antes, el vidrio y el aluminio son los materiales con más protagonismo en la mampara, además de la silicona y los embellecedores. Para asegurar un uso óptimo, se recomienda que el vidrio pueda soportar un calentamiento de 720ºC y un enfriamiento brusco en sus dos caras. El aluminio, que se usa especialmente en la perfilería, debe ser anodizado, para garantizar una mayor resistencia y durabilidad.
- Limpieza: aunque caiga agua y jabón en la mampara en cada uso, la limpieza y cuidado diario es muy importante. Por eso, existen productos específicos con tratamientos antical para proteger el vidrio ante salpicaduras desarrollado por esta empresa catalana. A la hora de la limpieza se deben evitar productos corrosivos que dañen y envejezcan prematuramente la mampara.